Recuerdo esa noche
Bajo las estrellas
De las ramblas de Vera
Como los tres
Rodeados de humo
Discutiamos del mundo
De lo rara que era la vida
De la crueldad femenina
De los dioses en el Olympo
Tres pobres almas
Llenas de palabras
De risas atópicas
Entre la muerte de estrellas
Bebimos de la botella
Sellando el pacto sagrado
De tres con uno borrachos
De amor o del vino de antaño
De miedo o de sueños de palacios
Mas los tres allí restamos
Llenos de vida,
Lágrimas de sangría
Sobre nuestro rostro
Cansado del entorno
Deseando el retorno.
Fuimos los tres aquella noche
Amantes del vino y de los dioses
Que nos abandonaron sin reproche
Dejándonos sin rumbo
En las ramblas de un mundo
Donde la miseria brota
De cada ser sin anestesia,
Sin prevenir
Sin jamás abrir la puerta.